Seguidores

Anaranjado

 "Y todo, porque usted lo ha pedido..."


Esteban es un aficionado a los autos. Conoce en casa de Magio a su ángel de la guarda, pero, aunque lo ha conmovido el encuentro, él es un hombre escéptico y necesita pruebas.

El Cielo no requiere que lo pongan a prueba, pero a veces es complaciente. Esteban quiere ponérsela difícil, precisa contundencia y le habla a su guardián: «Si es que existes y estás conmigo» piensa para sí «pues, quiero ahora mismo…» y con ese grado de precisión pide, mientras camina por la calle «…ver un Volkswagen escarabajo, de esos antiguos, color naranja.» Y se sonríe sin que los demás transeúntes puedan imaginar la razón, solo él lo sabe: «Ya no existen casi Volkswagen por ahí, es poco probable que sea un escarabajo de los de antes y menos aún, anaranjado.»

Mientras espera a cruzar la calle, mira a lado y lado de la avenida y no da crédito a sus ojos. Un Volkswagen de un reluciente anaranjado y en perfecto estado, viene calle arriba presumiendo sus placas de clásico. Y por si esto fuera poco, al cruzar frente a él, pita con su característico: “¡wong, wong!"

Ahora Esteban ríe solo y ninguno de los que está junto a él, entiende la razón... o la sinrazón de su contagiosa risa.


 * Las historias están basadas en hechos reales, sin embargo, algunos detalles, nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de sus protagonistas.

Comunicación con mi ángel guardián por Gladis Méndez

Tengo una forma de comunicación con mi ángel guardián y hoy sé que están a mi lado más ángeles. 


Después de tener la primera charla con mi ángel guardián, a través de Magio, me quedé esperando poder establecer una comunicación con él. Quería algo más "físico" entre nosotros. 

Una mañana, pocos días después, estaba apurada por salir, debía cumplir una cita médica, antes de ir a  trabajar. Consideraba que ya estaba lista, cuando comenzó a sonar un "pitico", como le digo yo. Me pareció raro, porque no sabía de dónde provenía y era un sonido absolutamente distinto a todos los conocidos por mí, incluyendo los sonidos del celular. Me puse a buscarlo y noté que provenía de mi bolso. En ese momento, cuando lo abrí, me di cuenta que iba a salir sin llevar los documentos necesarios para cumplir con la cita médica. Y el "pitico" cesó... 

¡Qué alegría darme cuenta, había sido él, mi maravilloso Ángel Guardián! 

Le agradecí y salí muy feliz a cumplir con las labores del día. 



Después de otra charla con mi ángel, a través de Giovana, también se presentó. En esa ocasión le dije que no habíamos vuelto a comunicarnos y me contestó: «No te preocupes, te voy a dar un abrazo.» 

Esa noche me acosté sin pensar en el tema. De pronto, sentí una presión en el pecho y me quedé muy quieta. Sentí que unas alas estaban abrazando mi cara. 

¡Sabía que era él! 

Le agradecí y me quedé profundamente dormida. 


Agradezco al Universo por la compañía. 




¿Quién trabaja para quién?

Los ángeles de la guarda tienen entre sus principales funciones guardarnos, protegernos y auxiliarnos cuando lo pedimos. Aunque algunas veces no tengamos la certeza de quién trabaja para quién, como en esta historia.


Un hombre que trabaja en investigación criminal e inteligencia de la policía, llega a Magio y tiene la experiencia de conocer a su ángel de la guarda: Aníbal. Cuando habla con él a través de Giovana, se da cuenta que desde siempre ha llevado una estrecha relación con su custodio y que, por su trabajo, ha tenido una ardua labor. Sin embargo, ahora el lazo se hace más más fuerte, porque lo comprende mejor y le atiende más.

Una noche, cuando sale de una reunión en casa de unos amigos, no logra conseguir transporte y tiene que caminar por una zona bastante peligrosa de la capital. Pide a su ángel guardián que lo acompañe y va conversándole en su cabeza. De repente, percibe que Aníbal le contesta, aunque, más que una respuesta, es un pedido. Le dice que se acerque a una pareja que viene caminando hacia él, no la ha visto aún, porque viene lejos. Acostumbrado como está a obedecer, hace caso y se dirige hacia ellos sin saber ni por qué ni para qué.

Es testigo distante, cuando un grupo de hombres sale de la oscuridad y rodea a la pareja. El policía lamenta no estar de servicio, pues no lleva consigo ni la identificación ni su arma. Así que no le queda de otra que pedir ayuda a su ángel guardián, más ahora que descubre que no les basta con robarlos, sino que dos de los hombres golpean brutalmente al muchacho que trata de defender a su novia, mientras los otros dos tratan de someter a la joven con intenciones de abusar de ella. Al verla forcejear, no lo duda ni un instante, ni tiene tiempo de pensar en que son muchos para un solo hombre… Corre a auxiliarlos.

Al llegar, agarra a uno de los hombres que se dispone a golpear al joven en la cabeza con un ladrillo y lo manda lejos. Luego la emprende contra los otros hombres que tienen a la muchacha y se enfrenta a puños con ellos. Cuando los ha obligado a soltarla y la ayudarla a levantarse, descubre que los hombres armados con cuchillos, los rodean. El policía inerme los desafía y cuando los mira directo a los ojos, los malandros entran en pánico y huyen a toda prisa. 

Ahora debe apresurarse a salir de allí con los jóvenes. Le pide a su ángel que le envíe un taxi, que no demora en aparecer y se suben los tres. Se dirigen al sur de la ciudad y dan indicaciones al taxista que acelera a fondo hasta alejarse del lugar. Una vez recuperados del susto, cuando la pareja es capaz de modular palabra, no cesa en agradecimientos. La verdad es que ni él mismo entiende lo sucedido y menos cuando la muchacha se muestra apenada, porque los amigos del policía no vinieron con ellos. Le pide darles también a ellos las gracias de su parte por su ayuda. 

El policía confundido se decide a preguntar a la pareja qué fue lo que vieron. Ellos se extrañan un poco, pero le explican que los ladrones salieron de la nada, los atacaron por sorpresa y que, si no fuera por él y sus cuatro amigos, no sabrían qué habría sido de ellos. Ella y su novio no pueden evitar mofarse un poco de cómo sus atacantes salieron huyendo asustados, cuando se enfrentaron a los cuatro fornidos amigos del policía.



* Las historias están basadas en hechos reales, sin embargo, algunos detalles, nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de sus protagonistas.

Guillermo el Grande por Vanesa Mc Cormick

Creer en mi ángel guardián, que se llama Guillermo el Grande, ha sido una experiencia maravillosa. 


El Cielo un día me dijo que me estaba esperando...

Mi ángel de la guarda es el protector implícito de mi vida, me pidió que confiara en que tenía un cheque consignado a mi favor y así encontré el trabajo que me ha permitido tener mi casa y darle a mi hijo lo que desea, pero también me facilita mis viajes en Transmilenio.

Mi ángel de la guarda me ayuda a hacer cosas que jamás imaginé que iba a poder hacer. De hecho, favor que pido y favor que me concede. Así me permitió encontrar la felicidad sin tener que depender de los demás, porque la pude encontrar dentro de mí misma.

Hoy agradezco a Guillermo por cuidarme y a todos mis maestros, arcángeles, al Maestro Jesús y a nuestra Madre María Virgen por estar conmigo.

El Cielo un día me dijo que me estaba esperando...

Y aquí estoy, recorriendo un camino maravilloso que me ha permitido llegar a ser lo que soy, un canal para ayudar un poco en la vida de los demás. 






Examen al Cielo

El Cielo tiene un modo particular de actuar, que no siempre es fácil de entender.


Jairo es empleado de una fábrica y está algo estresado porque van a hacer evaluaciones para una reestructuración de la empresa. Si sale bien, puede involucrar un ascenso; pero si sale mal, puede terminar en despido. Es padre de familia, está pagando su casa y un carro. Lo que menos necesita en este momento es quedar desempleado. Conoce desde hace algún tiempo a su ángel de la guarda, así que se pega del Cielo y pide ayuda para conseguir la promoción y un mejor salario. 

Tiene planeado salir temprano para irse a su casa a estudiar. Debe leer manuales que hace tiempo no repasa y prepararse así para el examen. «Desafortunadamente» piensa él, surge un inconveniente de última hora. Una de las máquinas ha dejado de funcionar adecuadamente y tiene que resolverlo de inmediato, antes de que se retrase toda la producción y, peor aún, puedan incumplir con los despachos. 

Sus planes se ven postergados, no puede irse a casa hasta no dejar resuelto el asunto. Le toma toda la tarde y gran parte de la noche, encontrar la solución. Sin embargo, lo consigue y con la suerte de que no se ven afectadas las entregas. Cansado por la larga jornada y por el estrés que ha implicado encontrarle una salida a toda la situación, llega a casa directo a dormir. No hay tiempo de estudiar, tiene que madrugar para el examen. 

Al otro día, frente a la evaluación, no da crédito a lo que lee, jamás lo vio venir... El primer punto que debe resolver de la prueba, es justo el mismo caso que debió enfrentar el día anterior. Se ríe para sí y da gracias a su ángel y al Cielo. Está seguro ahora que va a conseguir esa anhelada promoción.



* Las historias están basadas en hechos reales, sin embargo, algunos detalles, nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de sus protagonistas.