Esto sucedió luego del fallecimiento de mi madre hace veintidós
años.
Me quedé un momento sola ese día y me dirigí hacia un grifo, estaba
allí muy triste por la pérdida de mi mami, cuando sentí que alguien se
puso al lado mío, muy cerca, y allí vi un hermoso ángel, con alas muy largas y
blancas. Tenía su cabello largo y ensortijado de color ocre. No pude ver su
rostro, pero estaba vestido con una túnica beige y un cinto, con sandalias tipo
romano y, pues, me abrazó y sentí una paz y una tranquilidad enorme.
Esa fue una de mis experiencias con los hermosos ángeles y nunca la olvido.
Imagen tomada de: Catholic.net-Santos Ángeles Custodios y Santos Arcángeles
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