Una historia con Jesús para Navidad
Tengo el testimonio de que he hablado con Jesús y me ha contestado con señales… ¡Tengo tantos testimonios con él que a veces no los digo, porque lo toman a uno como loco!
Pero hubo una vez, en el año 2017, que mi esposo lo operaron
de las dos rodillas y no fue mucho tiempo después, que presentó unos dolores
abdominales muy fuertes y tuvieron que operarlo de nuevo, de diverticulitis.
Fue una cirugía muy delicada, tuvieron que extraer el estómago y lo dejaron
casi cuatro meses en el hospital. Casi se muere y se adelgazó mucho.
Cuando regresó a la casa era un saco de huesos, flaquito y
eso que mi esposo es norteamericano, es un hombre alto y grueso. Cuando yo lo
vi así, tan mal, como si se estuviera muriendo, yo salí frente a mi casa donde había
un lago y había un árbol y me puse a orar a papá Dios mirando al cielo y
llorando, pidiéndole una señal. Le dije que me enviara un pajarito que se
posara en la rama que estaba ahí, que daba a lo alto de mi cabeza y que ese
pájaro cantara si mi esposo se iba a salvar. En menos de un segundo, un
pajarito se posó en la rama y comenzó a trinar. Trina y trina y trina y yo
llorando y él trinando. Cuando yo me quedaba callada, el pajarito como que
escuchaba mi oración mentalmente, porque él callaba y cuando yo callaba, él
comenzaba a trinar. Duramos así como quince minutos, él cantando y yo llorando
y orando a la vez, hasta que yo ya terminé y dije: “Bueno, voy a entrar”.
Entré y le dije a mi esposo: “Tienes que comer, tienes que
alimentarte mejor y vamos a hacer esta comida para que tengas sangre y te puedan
volver a operar.” Y así fue, a las pocas semanas mi esposo ya estaba grueso y
los médicos lo felicitaron. La operación que se hace usualmente después de un
año, a él se la hicieron al mes. Hoy está bien, a mi lado y gozando de salud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario