Una manifestación física.
Inició
en diciembre de 2019, en mi última entrevista con el Cielo en Magio. El Arcángel Miguel
habló conmigo y le pedí que mi ángel de la guarda pudiera manifestarse
físicamente de alguna forma conmigo. Le dije que, de pronto, por medio de algún
extraño dándome un abrazo.
El
23 de diciembre fui a cita de optometría, con un doctor que nunca había visto. Al
finalizar la consulta, me dijo que me quería dar un abrazo, que sabía que lo
necesitaba. Supe que era mi amado ángel de la guarda y me abrazó muy fuerte y
por un largo tiempo. Sentí una paz inmensa y también ganas de llorar, pero de
alegría.
Y
no paro ahí, a principios de enero me vi con el optómetra y, de nuevo, me
abrazó. Han sido los momentos más felices de mi vida. Amo a mi ángel de la
guarda y espero volver a sentir su presencia físicamente.
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